También fue condenado Julio César Garachico, ambos por delitos de ‘privación de la libertad, torturas y homicidio calificado’ contra adolescentes en La Noche de los Lápices.El Tribunal Oral Federal número uno de La Plata condenó a prisión perpetua a los expolicías bonaerenses Miguel Osvaldo Etchecolatz y a Julio César Garachico por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en el Centro Clandestino de Detención conocido como ‘Pozo de Arana‘.
El tribunal, conformado por los jueces Andrés Basso, José Michilini y Alejandro Esmoris, dio a conocer el veredicto en relación con los delitos de ‘privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y homicidio calificado‘ en perjuicio de Jorge Julio López, Norberto Rodas, Alejandro Emilio Sánchez, Patricia Dell Orto, Francisco López Muntaner, Efraim Guillermo Cano y Ambrosio De Marco.
En el caso de Jorge Julio López, la condena no se relaciona con su desaparición sino con el secuestro y las torturas que padeció durante la dictadura, y por las que estaba declarando en 2006, cuando fue visto por última vez.
Justamente en aquel juicio, López describió los padecimientos del resto de las víctimas de este juicio.
Etchecolatz fue condenado como coautor de los asesinatos de Rodas y Sánchez, en tanto que Garachico -actualmente en prisión domiciliaria- fue hallado responsable de los homicidios de Dell Orto, De Marco y Rodas.
El tribunal también solicitó al Poder Ejecutivo bonaerense las bajas al estado policial por ‘exoneración‘ de Garachico y Etchecolatz y exhortó a erigir en el predio en el que funcionó el Destacamento de Arana un Espacio para la Memoria.
El Pozo de Arana funcionó hasta 1977 en la Delegación Cuatrerismo de la Policía Bonaerense, un predio policial situado en la periferia de la ciudad de La Plata.
Etchecolatz fue director de Investigaciones de la Policía bonaerense, en tanto que Garachico ocupó el cargo de jefe de calle de la Unidad Regional La Plata.
En la apertura del juicio, en agosto de 2021, Etchecolatz leyó un escrito y anunció que no respondería a ningún interrogatorio durante el juicio porque ‘hacerlo convalidaría la ilicitud de esta causa y, más aun, avalaría su actuación cuando violan sádicamente la Constitución Nacional‘.