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El Defensor Oficial N°2, Matías Jachesky, explicó por qué dejó de ser defensor de la madre y el padrastro de la nena de dos años que falleció el año pasado en Quitilipi. “No son dos pedazos de ladrillo. Son seres humanos”, dijo.La causa había causado conmoción en la comunidad porque los médicos forenses encontraron en la niña dos agujas clavadas en el cuerpo. Jachesky se desempeñó como defensa de Melisa Vallejos (madre) y Héctor Gómez (padrastro), pero el lunes en el juicio presentó ante el juez Nélson Pelliza su inhibición como defensor.

Jachesky mencionó que convivió con el caso “durante mucho tiempo” y que realizó varias entrevistas para tratar de entender lo que había pasado.

Según dijo, tuvo que realizar un muy profundo análisis para entender la información que obtuvo pero que sea cual sea la estrategia de defensa que planee, afectaría los intereses de Vallejos o de Gómez. Es por esta razón, de conflicto de intereses entre los acusados, que entendió: “Entonces consideré que ya no podía entender en la causa de ninguno de los dos”.

Jachesky también hizo referencia ante este medio sobre su presentación al Juez. En este sentido, le dijo respecto a Vallejos y Gómez: “Formalmente ninguno declaró, pero internamente tenía información que me permitía a mí decir que no estaba en condiciones de seguir atendiendo a ninguno de los dos porque podría perjudicar tanto a uno o a otro”.

“Esperé hasta último momento para tomar la decisión -de inhibirse- pero no antojadizamente, sino porque quería terminar de ver cómo se desenvolvían los hechos en relación a Melisa y a Héctor. Ellos no tienen una conversación fluida. Melisa tuvo familia, tiene preso al papá de su hijo. Logré la libertad de ella, hay muchas cuestiones que entran en juego”, agregó.

Respecto a las sospechas de la causa, señaló que la acusación “es tan fuerte” que “uno cree que se encuentra con dos psicópatas que van a dar toda una estrategia”. “No fue así, es un hecho que tiene una condena de perpetua y si llegaran a ser condenados alguno de los dos, la pena es perpetua”, explicó.

Jachesky acreditó su presencia como defensor a una situación no justa. Declaró que él no es encargado de impartir justicia, sino de garantizar los derechos de su defendido. Es por esto que, dijo, realizó un “planteo con un doble sentido”.

“Había intereses contrapuestos por eso pedí que me aparten de la defensa de los dos”

El juez Pelliza hizo lugar al pedido de Jachesky y tomó la decisión de apartarlo.

Según reveló a Diario Chaco, el defensor tenía su estrategia defensiva armada y “era bastante importante” porque permitió la libertad de la madre de la nena. Sin embargo, se distanció de ese rumbo porque “podía golpear a alguno de los dos”.

Respecto a los acusados, destacó: “No son dos pedazos de ladrillos. Son seres humanos y conozco un montón de cuestiones que rodean al caso pero no podía continuar”.